bookmark_borderLa temporada eterna de Modric

A sus 35 años, Luka Modric pone punto y final a una de las temporadas más largas de su carrera. Mezclando Real Madrid (48) y Croacia (17), ha disputado 69 partidos este curso. Aguantó hasta el final y su selección estuvo a punto de amargar la fiesta de España: forzaron la prórroga en el descuento, pero se quedaron sin fuerza. Eso sí, Modric volvió a dar una exhibición, siendo el mejor de su equipo. Fue ovacionado por todo el estadio y se coreó su nombre cuando fue sustiuido. Los jugadores de Luis Enrique mostraron su respeto acercándose a saludarle en masa tras finalizar el encuentro.

Todo apunta a que esta ha sido su última Eurocopa. Ha jugado cuatro, y su mejor participación fue en 2008 cuando llegó a cuartos (Croacia cayó eliminada ante Turquía en penaltis), aunque por aquel entonces para ello solo tenías que superar la fase de grupos. Parece difícil que pueda llegar a la próxima edición en 2024, pero sí que debería estar en el Mundial de 2022 que se disputa en Qatar.

A pesar de haber acabado sin títulos, ha sido un gran año para Modric, demostrando que tiene nivel y físico para mantenerse en la élite. En el Madrid se han dado cuenta y decidieron pactar una renovación a mitad de temporada, que se hizo efectiva días después del último partido contra el Villarreal. Seguirá, como mínimo, hasta 2022 (con 36 años), y de su rendimiento dependerá que continúe un año más.

Tendrá tres semanas de vacaciones, por lo que se incorporará a la pretemporada el 21 de julio. En Valdebebas se reencontrará con Carlo Ancelotti, con el que ya fue clave en su primera etapa. Esta campaña volverá a tener un papel protagonista, aunque la idea es dosificar mucho más su presencia teniendo en cuenta su edad, de tal forma que pueda estar mejor preparado para los partidos más importantes. Para ello, contará con la ayuda de otros centrocampistas como Blanco o Odegaard, que este año se sumarán a la rotación en la que ya estaba Fede Valverde.

bookmark_borderNecesitábamos esta alegría y una tregua

Somos así, va en nuestro ADN. Excesivos, tremendistas e irracionales. Extremistas con nuestra postura, pasionales para defenderla y ventajistas para confirmarla. Si además andan de por medio un balón de fútbol y nuestro equipo los síntomas se agravan. Sólo en España se silba a un jugador de España. Sólo en España se piden dimisiones cuando ni siquiera ha acabado la primera fase. Sólo en España se pasa del negro al blanco en un segundo, para qué queremos grises. Sólo en España somos capaces de batir el récord goleador de esta Eurocopa y nuestro mejor registro anotador de siempre en grandes torneos después de dos ejercicios de impotencia ante la portería contraria, con dos penaltis fallados. Sólo en España el único que se va de una goleada tan rotunda sin un gol en su casillero y con un penalti fallado es el que más lo necesita, nuestro presunto goleador. Ay, Morata.

Somos así, y no vamos a cambiar. Pero necesitábamos esta alegría todos: los futbolistas, el seleccionador y una afición un tanto desconectada. Me temo que ahora faltan dos minutos para que empecemos a inflar el suflé de la euforia. A preguntarnos con quién ha empatado Croacia, ‘analizando’ que si le quitas a Modric los subcampeones del mundo no son para tanto. Habrá una tregua hasta el lunes pero la realidad es que seguimos divididos. Por eso nos cuesta tanto consolidar proyectos de futuro como el actual, porque somos nuestro peor enemigo, impacientes que sólo animan con viento a favor. Así ayudamos poco a una selección joven e inexperta como la de Luis Enrique. Dar palmas sólo cuando llegan los goles no tiene mérito.

bookmark_borderBusquets calla bocas y da la razón a Luis Enrique por la espera

El positivo por Covid 19 de Sergio Busquets fue un golpe muy duro para Luis Enrique, que iba más allá del posible rendimiento del mediocentro sobre el terreno de juego. Era el capitán y no uno cualquiera, era el primero después de una década de Sergio Ramos dentro del grupo, muchos de ellos como el jefe del equipo, puesto que tenía que ocupar el azulgrana sí o sí y que el Covid amenazó con no dejarle ejercer.

Luis Enrique lo pensó, escuchó a los que sabían (médicos) y decidió esperar al capitán, al hombre que iba a ser referencia. Fue criticado por eso, bueno por todo, pero el técnico sabía lo que hacía. Ha sido aparecer el jugador del Barcelona y la selección cambiar por completo. Dio orden y sentido a todo lo que se hizo sobre el verde, pero también dio seguridad al resto de internacionales españoles.

El seleccionador apostó fuerte, pero un solo partido ha bastado para justiicar esos diez días de incertidumbre que vivió la selección y el propio jugador esperando que las pruebas resultaran negativas. Luis Enrique arriesgó y los motivos han quedado patentes.

En su regreso al equipo titular, el azulgrana aportó el orden y presencia. El azulgrana fue el primero que buscó a Kuipers para pedir el penalti que habían cometido sobre Koke. Ejerció de capitán y esa protesta acabó con el penalti del que dispuso y falló España.

Busquets estuvo 71 minutos sobre el terreno de juego, completando 45 pases, con una precisión del 88 por ciento, viendo una tarjeta amarilla, que le puede condicionar un tanto a partir de ahora, ya que una segunda significaría un partido de castigonhasta semifinales.

Busquets fue elegido por la UEFA como el mejor jugador del partido. A recoger el premio no pudo ocultar la emoción por todo lo vivido en las dos últimas semanas. «Hoy ha sido un subidón para todos, para nosotros, para el público… Lo he pasado bastante mal, diez días en casa, no sabía si podía volver o no. Ahora que venga lo que sea».

Busquets no escondió su alegría por una goleada que llega en el mejor momento. «Yo creo que era lo que necesitábamos, hemos salido enchufados desde el inicio y cuando estamos así somos fuertes. ¿El gol? Hemos seguido intentándolo, hemos tenido suerte en el primer gol con su portero y todo ha ido rodado. Tenemos confianza, ojalá nos vaya bien, vamos a prepararnos para la siguiente ronda«. En Copenhague ya espera la Croacia de Luka Modric y compañía.

bookmark_borderKovacic, el escudero de Modric: «Le llamas a las tres de la madrugada para entrenar y va corriendo»

Mateo Kovacic apenas fue protagonista en el equipo de Croacia que llegó a la final del Mundial. Con 24 años y tres Champions en la cita de 2018, su suplencia en el Real Madrid le relegó a un papel secundario en su equipo nacional. Verse en el banquillo en la primera fase de Rusia le hizo reflexionar sobre su carrera, su futuro y desde la misma concentración de camiseta Croacia tailandia pidió abandonar el Real Madrid. «Necesito jugar más y es el momento de marcharme», dijo en la entrevista con MARCA en la que pedía su salida. El Chelsea fue su destino.

El tiempo le da la razón

Tres años después, el tiempo le ha dado la razón y de Kovacic se puede decir que es uno de los pocos jugadores que ha seguido creciendo tras dejar el Real Madrid. Mateo ya no tiene tres Champions, sino cuatro tras la conseguida este año con el Chelsea, donde es capitán general con Tuchel. Una lesión le impidió ser titular en la final ante el City, pero el croata es un jugador capital para el Chelsea.

Con Croacia, su objetivo también está más que cumplido. Kovacic es el escudero de Luka Modric en la medular, la locomotora de Croacia, el futbolista que auxilia a todos sus compañeros con y sin balón. A la hora de defender, es el primero en presionar, replegar o meter la pierna. Con la pelota, su dinamismo ofrece siempre al equipo un la salida rápida de balón. Tampoco ha perdido su verticalidad, con esas arrancadas tan características suyas y que se hicieron famosas con la camiseta del Real Madrid.

Con 29,8 kilómetros, es el jugador de Croacia que más distancia ha recorrido en la primera fase, de la que solo se ha perdido 12 minutos. Hablamos de un titular indiscutible y un jugador clave en la fase de construcción: 87% de acierto en el pase, con 174 pases buenos de 198. Un seguro de vida.

En el campo no se encontrará a jugadores del Real Madrid, ausentes en la lista de Luis Enrique, pero sí a compañeros y ex como Azpilicueta y Álvaro Morata. El croata tiene una gran relación con su capitán en el equipo inglés y durante su estancia en el Madrid, además de estar muy vinculado a su compañero croata, hizo muy buenas migas con los jóvenes que habían pasado por la cantera, como Álvaro Morata o Lucas Vázquez.

Una operación de oro

Su marcha fue de las que hicierono daño tanto al club, como a Zidane y los compañeros. Pero los casi 50 millones que se sacaron por su venta entre lo pagado por la primera cesión y el posterior traspaso hablan del croata como una gran operación del conjunto blanco.

Los consejos de Luka

Su amistad con Luka data desde casi el mismo día que Kovacic pisó Valdebebas. El 10 del Real Madrid se volcó con su compañero y le ayudó en la adaptación y fue hasta consejero en el momento del adiós. Modric le recomendó que siguiera, pero al verle tan convencido, no hizo otra cosa que apoyarle y hablarle de lo que se encontraría en Londres: «Siempre hablo con Luka. Por supuesto, él está feliz por mí. Está triste de que me vaya del Madrid porque estábamos todo el día juntos allí, pero me dijo que Londres es una ciudad increíble. Me dijo que la Premier League será difícil al principio, pero también que es una buena Liga, con los estadios siempre llenos y que disfrutaré mucho esta experiencia», dijo entonces Kovacic. «Mateo es un grandísimo jugador, que ayuda siempre mucho a sus compañeros en el centro del campo, es una garantía», dice de él Luka.

La decepción con Zidane, la admiración de Tuchel y la alegría de Dalic

Sus entrenadores siempre han volcado con él. Su actual míster en el Chelsea, Thomas Tuchel, destaca de él su capacidad de trabajo. «Le puedes llamar a las cuatro de la mañana para entrenar y ahí está el primero, va corriendo. Da gusto contar con jugadores así. Es un grandísimo profesional, con mucho trabajo, buen control del juego… Uno de los mejores centrocampistas».

MÁS EN MARCA

Zidane también tuvo siempre halagos para Mateo, aunque el final no fue el deseado para ambos. «Merecía jugar en esa final, pensé que me debía dar minutos ese día», dijo en una entrevista en Four Four Two Kovacic sobre la final de Kiev.

Su ahora seleccionador, Zlatko Dalic, también celebra el gran momento de Kovacic. Acertó con su salida del Madrid, tenía que jugar».

bookmark_borderEl equipo antes de todo…y de todos

Desde el mismo momento en el que Luis Enrique cerró su lista de convocados, en su cabeza tenía la idea de que para ganar la Eurocopa era necesario y hasta imprescindible, prescindir de algunos jugadores, de gestos que pudieran romper la convivencia del grupo. Eso era lo que estaba al alcance de la mano del seleccionador, no así todo lo que ha pasado a posteriori y que ha puesto a prueba a jugadores, técnicos y el resto de empleados que están alrededor de la España futbolística.

«Formo parte de un grupo de 24 jugadores y treinta y pico del staff, que aunque se dice siempre y es un topicazo, forma una familia. Nos han pasado multitud de cosas, no todas ellas positivas. Las hemos sabido solventar y el espíritu que se vive dentro de la selección es de mucha ilusión de mejorar, de ayudarnos. Uno cuando forma parte de un grupo es la mejor sensación, la más bonita. Cuando desaparece la palabra ego y aparece la palabra equipo, que empieza igual, pero que tiene otras letras diferentes, es una maravilla formar parte de ese equipo, no solo formado por futbolista, si no formado por mucha gente de muchos sectores, con muchas ganas de ayudar a España», afirmó el seleccionador tras el partido y después de ser preguntado por la felicidad que mostraba durante y después de lograr el pase a los cuartos de final.

La lista, el inicio de todo

La lista y la ausencia de Sergio Ramos fue el primer momento tenso en el camino de la Eurocopa. El seleccionador dio sus motivos para no contar con el entonces madridista, algo que alertó a muchos sectores del Real Madrid y que pasaron a considerarlo como enemigo de lo blanco por la ausencia del capitán y de Nacho. Si hubiera sido al revés, las críticas habrían llegado en la otra dirección. Algo parecido sucedió con el Celta e incluso con el Sevilla por Iago Aspas y Jesús Navas respectivamente. El técnico habló del equipo y los egos. Las interpretaciones son libres, pero todo coincide.

El Wanda y los gritos

El siguiente incidente llegó de la mano de los gritos en contra de Morata en el Wanda Metropolitano. Luis Enrique se puso por delante y pidió que los pitos y críticas fueran hacia él y que no señalaran a los jugadores, que lo único que podía conseguir era poner en duda el juego de los internacionales. Esa defensa gustó en el grupo, que lo tomaron como el primer mensaje de la imprescindible unidad.

Busquets, adiós al capitán

El positivo de Sergio Busquets y el episodio de Diego Llorente fue el siguiente escenario que se encontró la selección ya en plena concentración. El capitán, el que iba a ser la referencia tuvo que salir de Las Rozas en ambulancia, creando un estado de shock en la concentración. Los jugadores estuvieron durante una semana entrenando en solitario y no pudieron jugar ante Lituania. Incluso la Sub 21 tuvo que ser reclutada por si acaso, junto a jugadores como Albiol. Kepa, Brais Méndez…Todos acudieron a la llamada e hicieron piña a la distancia.

La vacuna, asunto de estado

Mientras, la vacuna se convirtió en asunto de estado, de debate parlamentario y de bar con b. Todo el mundo tenía su opinión. Luis Enrique exigió que todo aquel que estuviera en el staff fuera vacunado, algo a lo que en un principio sólo estaba reservado a los jugadores. El seleccionador tenía claro que la familia no puede dejar a nadie tirado y así procedió. El que no se quiso vacunar fue un Luis Rubiales que en todo momento ha confiado en el trabajo del técnico. Antes y ahora.

La competición se inició y los empates ante Suecia y Polonia, abrieron más debates con Morata de gran protagonista. «Jugarán Morata y diez más» afirmó el entrenador y el tiempo le ha dado la razón. Otro gesto que caló en el grupo.

El primer partido decisivo, el de Eslovaquia, llegó con la familia más unida que nunca. Gestos, carantoñas, besos… todo valía para mostrar lo que era el equipo. Goleada y subidón de confianza.

Los octavos pusieron a Croacia en el camino, pero lo que no se esperaba nadie es que se empezara el partido con regalo para los de Modric. Primer golpe, pero los jugadores seguían creyendo en lo que hacían y así llegaron los goles. Pero el fútbol no entiende de euforias y Croacia empató cuando nadie lo esperaba.

El resultado, una piña

La familia lejos de venirse abajo tiró de recursos. Apareció Unai Simón para enmendar lo que había hecho mal, para mas tarde ser Dani Olmo el que se puso a poner balones de gol, justo lo que logró Morata, sí el señalado y defendido por Luis Enrique. La piña fue espectacular. Todos tienen sitio en ella. La familia y uno más, como la película.

bookmark_borderKroos abre el melón de las selecciones en el Real Madrid

Toni Kroos anunció este viernes su retirada de la selección alemana, tras once años de servicio a la causa germana y un título de campeón del mundo (2014). A sus 31 años, el teutón ha decidido priorizar al camiseta Real Madrid tailandia sobre su selección, para tratar de ofrecer lo mejor de sí mismo en los dos años que le restan con el club del Bernabéu.

La decisión del ‘8’ pone el foco en una cuestión siempre compleja, y que en el Madrid presenta varios casos asimilables. A continuación repasamos los más destacados.

Modric, objetivo Qatar

Luka Modric debutó con Croacia en 2006, cuando tenía apenas 20 años. Hoy, con 35, es líder indiscutible del combinado balcánico, al que lideró hasta su mayor logro, el subcampeonato mundial, en 2018. Su compromiso está fuera de toda duda y su intención, al menos antes de la disputa de la Eurocopa, era llegar hasta el Mundial de Qatar 2022. Pero su caso es especial. Tiene una temporada más de contrato con el Real Madrid, en el que sigue un futbolista esencial, y el Mundial se disputa medio año después. Lo que pueda hacer Modric en esos seis meses es una incógnita a día de hoy. No son pocos los madridistas que han pedido a Modric un paso al lado en sus obligaciones patrióticas, pero el jugador lo tiene claro. Y, además, no sólo no ha mermado su rendimiento con el Madrid, sino que se mantiene en sus altísimos estándares de calidad, compromiso y rendimiento.

Benzema, mal momento

Si Karim Benzema, con 33 años, había pensado en algún momento de su carrera levantar el pie con su selección, el actual no parece el idóneo. Deschamps lo indultó antes de la Euro tras seis años de destierro, y el ‘9’ del Madrid ha sido, de largo, el mejor jugador de Francia, muy por encima de deseadísimo Mbappé. Con contrato hasta 2022, tiene apalabrado un año más, hasta los 35 en el DNI, lo que aconseja siempre prudencia a la hora de repartir esfuerzos. A su favor juega el hecho de que en sus seis años de exclusión ha podido y sabido cuidarse al detalle. Sin olvidar la posibilidad de que Zidane, con el que le une una estrecha relación personal, acceda, como es su deseo, al banquillo de Les Bleus en un futuro próximo.

Pronto para los belgas…

… Pero con asterisco. A sus 30 años, sólo uno menos que Kroos, Eden Hazard lleva dos temporadas bregando con su maltrecho tobillo derecho. Algunas voces en el Madrid lamentan que se recupere durantes semanas o meses en Valdebebas para ir a jugar, y quizá lesionarse de nuevo, con su selección, a la que capitanea desde hace años. De hecho, en el club hay cierto malestar por la gestión que del jugador ha hecho la selección belga durante la Euro. Muy distinto es el caso de Courtois, menos expuesto a percances por su condición de guardameta, y con un rendimiento fuera de toda duda cuando se pone bajo los palos del equipo madridista.

Incógnita española

El torneo de selecciones de este verano ha sido el primero sin jugadores del Real Madrid desde los años 30 del pasado siglo. Tras la marcha de Sergio Ramos, son pocos los jugadores del Madrid que tienen opciones de volver a vestir la camiseta de España. Uno de ellos es Carvajal, si logra dejar atrás su calvario de lesiones. Si no lo hace, Lucas Vézquez está listo para cogerle el relevo con las dos camisetas. Otros futbolistas como Nacho, Asensio, Ceballos o Brahim pueden tener opciones en el futuro, aunque no han entrado en los últimos planes de Luis Enrique.

Los sudamericanos, intocables

No se ve cerca el día en el que los cuatro sudamericanos del Madrid convocados para la Copa América (Militao, Vinicius y Casemiro siguen, mientras que Fede ya está eliminado) renuncien a jugar con sus selecciones. El central y los dos medios son intocables, y Vini podría haber añadido incluso los Juegos a sus compromisos. En todos los casos, acudir a la llamada de sus países obliga a largos viajes, cambios horarios y climáticos que resultan más lesivos para los intereses del club que las citas de los europeos.

bookmark_borderLuka Modric se va quedando sin ‘amigos’ en su selección

Van quedando pocos de aquellos que rozaron la gloria mundialista. Lo bueno para Croacia es que van apareciendo nuevos y jóvenes talentos en el horizonte, que, además, lucen ese gen competitivo que tienen de serie los que nacieron en ese país mediterráneo. El inesperado golpe, el de la baja de Perisic, deja a Modric sin uno de esos que llegaron a la final del pasado Mundial.

Croacia no logra recuperarse de la baja de Perisic. Lo reconocen todos los que hablan, empezando por Dalic, el seleccionador. El delantero del Inter es básico en un equipo que depende en gran medida del talento de los veteranos, pero especialmente de dos jugadores como el citado Perisic y el madridista Luka Modric.

El jugador del Real Madrid es el guía, la referencia de Dalic en el terreno de juego y al centrocampista se agarran desde el país balcánico para plantar cara a España en busca de los cuartos de final de la Eurocopa. Modric representa el fútbol en su esencia más pura, sin gestos cara a la galería más allá de una profesionalidad que a los 35 años le mantienen como el mejor jugador de su selección y en un estatus muy parecido en el Real Madrid.

Croacia vivió su esplendor hace tres años en el Mundial de Rusia. De aquella selección subcampeona del mundo, la que peleó con Francia por la corona Mundial, tan sólo apuntan a titulares ante España cuatro jugadores tras la baja de Perisic y Lovren. Vida, Brozovic y Modric estuvieron presentes en Moscú y lo pueden estar en el Parken de Copenhague. Vrsaljko y Rebic fueron titulares en los dos primeros partidos, pero desaparecieron ante Escocia del once titular.

Ahora, ya sin jugadores con mucho peso en el pasado, como Ivan Rakitic, Mario Mandzukic o Subasic, Croacia ha comenzado a renovar el equipo, pero mantiene ese clásico sabor de lo añejo. De la lista del Mundial se mantienen hasta 12 jugadores, como el líder indiscutible que es Luka Modric junto a Mateo Kovacic y Marcelo Brozovic, jefes del centro del campo, Mientras que Vida, Lovren y Duje Caleta-Car imponen su experiencia y fortaleza con el atlético Vrsaljko y Josko Gvardiol en los laterales. Ante Rebic o Andrej Kramaric junto a Vlasic, sin olvidar a Bruno Petkovic, Brkalo y el osasunista Ante Budimir, que aún no ha tenido opción, son los encargados de llevar peligro al área contraria.

La selección croata ha sido la última capaz de meter más de dos goles a España. De eso ya han pasado 28 partidos.

bookmark_borderEl partido de Modric: de la bronca a Rebic… al consuelo a sus hijos

Modric sufrió a manos de España el adiós a la Eurocopa, después de llegar a la final en el Mundial de Rusia esta vez, tres años después, cayeron en el primer cruce. El capitán balcánico aguantó sobre el césped y participó de la remontada que valió la prórroga, pero acabó siendo sustituido con el 3-5. Ahí cerró una buena Eurocopa la suya, con su golazo con el exterior como rúbrica para la posteridad.

Empezando por la primera mitad. Si los jugadores de España miraron a Unai Simón en el gol de Croacia, los croatas pusieron sus ojos en Rebic tras el tanto de Sarabia. Eso sí, de diferente manera. Mientras los españoles animaron a su compañero tras el fallo, los croatas montaron una bronca monumental al extremo croata por estar tres minutos fuera del campo cambiándose las botas. Aprovechó la superioridad numérica La Roja para empatar el partido.

Modric fue el jugador que más se enfadó con su compañero, pidiéndole explicaciones por el cambio de botas y por la tardanza. También el seleccionador Zlatko Dalic se enfadó con su futbolista, que se fue a los vestuarios muy cabizbajo cuando el colegiado pitó el descanso. El toque del capitán y del entrenador fue tan serio que anímicamente se vino abajo.

El error de Rebic seguramente pasó inadvertido por la mayoría de los aficionados, pero Modric y Dalic tenían claro que jugar con diez les había perjudicado a la hora de defender esa jugada. De hecho, Sarabia llega solo de segunda línea para recoger el rechace y poner el empate.

Volviendo al juego, el 10 intentó armar el juego de su equipo, desgastándose sin balón pero sin perder la fe en lo que acabó sucediendo, ese empate in extremis. Ya en la prórroga, se llevó por delante a Pedri en una acción que pudo ser amarilla y se marchó al banquillo a seis del final. En cuanto acabó el duelo, saludó a los españoles y se fue a la grada a consolar a sus hijos. Don Luka Modric, genio y figura.

bookmark_borderEl equipo antes de todo…y de todos

Desde el mismo momento en el que Luis Enrique cerró su lista de convocados, en su cabeza tenía la idea de que para ganar la Eurocopa era necesario y hasta imprescindible, prescindir de algunos jugadores, de gestos que pudieran romper la convivencia del grupo. Eso era lo que estaba al alcance de la mano del seleccionador, no así todo lo que ha pasado a posteriori y que ha puesto a prueba a jugadores, técnicos y el resto de empleados que están alrededor de la España futbolística.

«Formo parte de un grupo de 24 jugadores y treinta y pico del staff, que aunque se dice siempre y es un topicazo, forma una familia. Nos han pasado multitud de cosas, no todas ellas positivas. Las hemos sabido solventar y el espíritu que se vive dentro de la selección es de mucha ilusión de mejorar, de ayudarnos. Uno cuando forma parte de un grupo es la mejor sensación, la más bonita. Cuando desaparece la palabra ego y aparece la palabra equipo, que empieza igual, pero que tiene otras letras diferentes, es una maravilla formar parte de ese equipo, no solo formado por futbolista, si no formado por mucha gente de muchos sectores, con muchas ganas de ayudar a España», afirmó el seleccionador tras el partido y después de ser preguntado por la felicidad que mostraba durante y después de lograr el pase a los cuartos de final.

La lista, el inicio de todo

La lista y la ausencia de Sergio Ramos fue el primer momento tenso en el camino de la Eurocopa. El seleccionador dio sus motivos para no contar con el entonces madridista, algo que alertó a muchos sectores del camsieta Real Madrid tailandia y que pasaron a considerarlo como enemigo de lo blanco por la ausencia del capitán y de Nacho. Si hubiera sido al revés, las críticas habrían llegado en la otra dirección. Algo parecido sucedió con el Celta e incluso con el Sevilla por Iago Aspas y Jesús Navas respectivamente. El técnico habló del equipo y los egos. Las interpretaciones son libres, pero todo coincide.

El Wanda y los gritos

El siguiente incidente llegó de la mano de los gritos en contra de Morata en el Wanda Metropolitano. Luis Enrique se puso por delante y pidió que los pitos y críticas fueran hacia él y que no señalaran a los jugadores, que lo único que podía conseguir era poner en duda el juego de los internacionales. Esa defensa gustó en el grupo, que lo tomaron como el primer mensaje de la imprescindible unidad.

Busquets, adiós al capitán

El positivo de Sergio Busquets y el episodio de Diego Llorente fue el siguiente escenario que se encontró la selección ya en plena concentración. El capitán, el que iba a ser la referencia tuvo que salir de Las Rozas en ambulancia, creando un estado de shock en la concentración. Los jugadores estuvieron durante una semana entrenando en solitario y no pudieron jugar ante Lituania. Incluso la Sub 21 tuvo que ser reclutada por si acaso, junto a jugadores como Albiol. Kepa, Brais Méndez…Todos acudieron a la llamada e hicieron piña a la distancia.

La vacuna, asunto de estado

Mientras, la vacuna se convirtió en asunto de estado, de debate parlamentario y de bar con b. Todo el mundo tenía su opinión. Luis Enrique exigió que todo aquel que estuviera en el staff fuera vacunado, algo a lo que en un principio sólo estaba reservado a los jugadores. El seleccionador tenía claro que la familia no puede dejar a nadie tirado y así procedió. El que no se quiso vacunar fue un Luis Rubiales que en todo momento ha confiado en el trabajo del técnico. Antes y ahora.

La competición se inició y los empates ante Suecia y Polonia, abrieron más debates con Morata de gran protagonista. «Jugarán Morata y diez más» afirmó el entrenador y el tiempo le ha dado la razón. Otro gesto que caló en el grupo.

El primer partido decisivo, el de Eslovaquia, llegó con la familia más unida que nunca. Gestos, carantoñas, besos… todo valía para mostrar lo que era el equipo. Goleada y subidón de confianza.

Los octavos pusieron a Croacia en el camino, pero lo que no se esperaba nadie es que se empezara el partido con regalo para los de Modric. Primer golpe, pero los jugadores seguían creyendo en lo que hacían y así llegaron los goles. Pero el fútbol no entiende de euforias y Croacia empató cuando nadie lo esperaba.

El resultado, una piña

La familia lejos de venirse abajo tiró de recursos. Apareció Unai Simón para enmendar lo que había hecho mal, para mas tarde ser Dani Olmo el que se puso a poner balones de gol, justo lo que logró Morata, sí el señalado y defendido por Luis Enrique. La piña fue espectacular. Todos tienen sitio en ella. La familia y uno más, como la película.

bookmark_borderModric, una mala noticia para Odegaard

El recital de Modric ante Escocia tiene de enhorabuena a todo el madridismo… menos a Odegaard. La segunda juventud del croata es una mala noticia para el noruego, que podría ver como se repite la historia de la pasada temporada si Luka mantiene su nivel de juego ‘galáctico’, que ha hecho extensible a la Eurocopa: golazo y asistencia en el decisivo triunfo que metió a Croacia en octavos y líder indiscutible de la selección.

Odegaard tiene que volver… y esta vez para quedarse. El Madrid no se plantea traspasarlo y ya sin Zidane, que no le dio toda la confianza que en el club entienden que debía haberle dado, esperan que con Ancelotti dé ese salto de calidad que lo acerque a la versión que ofreció en la Real Sociedad. La ‘explosión’ del noruego es uno de los grandes retos que se le ha puesto sobre la mesa al técnico italiano, junto a otros jóvenes que, siempre según el Madrid, no han sacado todo su potencial con ZZ al frente.

El reto de Ancelotti

Pero no será fácil porque Modric se ha mostrado como un muro insalvable para Odegaard, que tendrá nuevamente la amenaza del croata, una vez renovado hasta 2022 como premio a una última temporada en el conjunto blanco que ha sido de matrícula de honor. Cuando todo el mundo daba por hecha su salida este verano a la finalización de su contrato (el primero el Madrid recuperando a Odegaard de la Real para poner en marcha el relevo), Modric se ha sacado de la chistera un año para enmarcar.

Y contra eso tendrá que luchar Odegaard y contra eso tendrá que buscar soluciones Ancelotti, que deberá gestionar el imponente momento de forma de Modric con la necesidad de dar el espacio necesario al noruego para hacer efectivo el relevo que no tuvo continuidad la pasada temporada y que provocó la salida del joven jugador en enero rumbo al Arsenal, nervioso y molesto ante la falta de minutos.

Modric no baja el nivel

El 14 de junio de 2020, Modric era titular con el Real Madrid ante el Eibar en el primer partido de la recta final de Liga tras el confinamiento. El 22 de junio de 2021 fue titular en el tercer partido de Croacia en la Eurocopa. En el año que separa una fecha y otra, el ’10’ ha jugado 72 partidos entre el Real Madrid y la selección a sus 35 años (que serán 36 en tres meses).

El increíble Modric vive una segunda juventud que le ha llevado a protagonizar un año espectacular. Ha jugado 14 de los 16 partidos con la selección (‘pactó’ perderse los dos amistosos de septiembre) y disputó 58 de los 64 encuentros del Real Madrid. En total, en poco más de 12 meses se ha jugado 72 de los 80 compromisos posibles, el 90 por ciento. Una locura. Más allá de la cantidad de partidos, el mérito está en la calidad de todos ellos. Modric es ‘titularísimo’ en el Real Madrid y también en la selección.

El mérito de Modric, al que las últimas temporadas le han respetado las lesiones, se refleja en la clasificación histórica de jugadores del Madrid que más partidos han disputado con más de 35 años. En un ranking que lidera Buyo con 160 partidos, el croata se sitúa en séptimo lugar con 48 partidos disputados. Un puesto que mejorará tras la renovación, que le permitirá seguir acumulando partido una temporada más.

Modric tendría la posibilidad de superar los 54 encuentros de Amancio y los 69 de Gento, lo que le situaría en quinta posición. Para seguir escalando posiciones ya necesitaría prolongar su contrato una vez más. Miguel Ángel jugó 93 partidos con más de 35 años, Di Stéfano 99 y Puskas 120.