bookmark_borderSimeone apostó todo al 0-0 y perdió

Tras 7 partidos encajando gol, cosa que no le había ocurrido nunca antes, el Cholo decidió tirar la manta para atrás y apostó al 0-0. Era el partido de casa, aunque fuera en Bucarest, pero razón de más. Para él (como ocurría con Mourinho) un 0-0 en el partido de ida en casa no es malo, porque un 1-1 en la visita le parece alcanzable. Así que el Atleti hizo un mal partido, reservón. Pero el ideal del 0-0 se le averió con el gol de Giroud, anulado en principio por Brych, pero concedido luego previo concienzudo examen del sexador de pollos de guardia, que tras varios minutos descubrió al fin que el balón no le llegó a Giroud de Mount, sino de Hermoso.

Las crisis de resultados suelen convertirse en crisis de juego. El equipo echa mucho de menos a Trippier por la gracieta de la FA de la que se ha favorecido el Chelsea, mire usted. Llorente jugó anoche de defensa, lo que le aleja de la zona de peligro. Apenas subió a enfrentarse con Marcos Alonso. Viéndoles frente a frente recordé que vi jugar a sus abuelos, léase Grosso y Marquitos. Incluso les vi jugar frente a frente. Fue justo el día del debut de Grosso con el Atlético, ante el Murcia. Marcó un recordado gol de tijera. Jugó de delantero centro y emparejado con Marquitos, veterano central entonces del Murcia tras una gloriosa carrera en el Madrid.

Es el tercer pinchazo español en estos octavos de la Champions, lo que ahonda la sensación de pesimismo que nos invade. Veremos si el Madrid cambia la tendencia. Tiene bajas serias, pero mantiene intacto el chasis del equipo, esa superfiable media Modric-Casemiro-Kroos. Su tarea hoy será controlar el ritmo, que la Atalanta pretenderá frenético. Es un buen equipo, equipo de autor, creación del singular Gasperini, que ha levantado en la tierra del ‘catenaccio’ la bandera del fútbol atacante y desalado. Presión, robo, rapidez trepidante. Y calidad, claro, porque sin eso no se va a ninguna parte. Al Madrid le toca enfriar.

bookmark_borderRodri, en AS: «Tenemos mejor equipo que el Real Madrid»

A Rodrigo Hernández Cascante (23 años) le costó más dejar el Atleti, el equipo que le dio todo, que asentarse en el Manchester City, tarea nada sencilla. Es un fijo para Guardiola como lo fue para Simeone, y de todo eso, de la vuelta de Champions contra el Madrid o de la Selección habló en La Futbolería de AS (AS TV).

¿Cómo se encuentra, ahora que regresa el fútbol?

Estoy contento de volver a la rutina, dejar un poco atrás todo este periodo que se ha hecho tan largo para todos. A los que somos futboleros nos llena de alegría y, por supuesto, a los que nos dedicamos a ello.

Tras fichar por el City, Guardiola le ensalzó por su fútbol y por su apariencia. ¡Hasta lleva la camiseta por dentro, impoluto!

Es cierto que es un terreno común, al menos en los españoles, que no somos muy llamativos, aunque lo importante de un buen medio centro es lo que desarrollas en el campo. Estoy teniendo mucha suerte en mi aún corta carrera, siendo entrenado por Simeone y Guardiola, porque los dos han jugado en ese puesto y lo transmiten como nadie. Soy una esponja que va aprendiendo de cada uno. Que me vean así a una edad tan temprana es increíble.

Su adaptación ha sido meteórica, y eso que Pep le exige mucho. Incluso está haciendo más goles, que es algo que se le pedía por su potencial.

La adaptación, el reto y la motivación las tienes que llevar por dentro, sabiendo la gran apuesta que ha hecho el club por ti. Nunca pensé que se pudiera pagar esa cantidad (70M€). Tenía clarísimo que tenía que estar el día uno, a pesar de todo lo que se habló con el Europeo Sub-21. Fue una decisión muy difícil y dolorosa, pero quería aportar lo mejor de mí. Venía a un equipo ganador y tenía que hacerme un hueco, ganarme la confianza del míster y saber, sobre todo, lo que podía dar al equipo. Cuando te rodeas de estos jugadores es más fácil todo, pero siempre te penaliza un poco al principio ir a una liga nueva, avanzar a ciegas en los primeros partidos porque no sabes cómo es el ritmo. Me costó un par de semanas coger el tranquillo, pero poco a poco me hice con ritmo tanto del equipo como de la Premier.

Simeone y Guardiola, en cuanto a método, son la noche y el día. ¿Lo nota?

Mucha gente piensa que son polos opuestos y que no tienen nada que ver, pero veo similitudes: son muy intensos, muy trabajadores, hacen que des lo mejor de ti todos los días, se toman los entrenamientos como si fuera competición porque es una oportunidad de aprender, te quieren al 100%, pendiente. A partir de ahí, cada uno tiene su manera de entender el fútbol y transmitirlo, y esto último me parece lo más difícil. Soy un afortunado porque la labor de ambos me ha completado como jugador.

Se podría decir que son el que mejor ataca y el que mejor defiende. Quieren ganar, pero su camino para ello es distinto.

Son diferentes maneras de entender cuál es la mejor forma de atacar y defender. Simeone interpreta que es tener las líneas juntas, estar arropados, con jugadores físicos, y así es muy difícil que el contrario penetre. Con Guardiola la idea, y estoy de acuerdo, es que la mejor forma de defender es tener el balón porque, por narices, el rival no te está atacando. Su objetivo es el mismo.

¿Ha soñado o pensado volver de nuevo al Atleti?

Si soy sincero, no sé dónde estaré en el futuro, como cuando salí cuando era niño, que no pensaba que volvería. Se tienen que dar las condiciones para ello, pero en su día fue un sueño regresar adonde siempre soñé debutar, que es mi casa. Estás aquí y allá, pero sientes los colores de una forma u otra. Tuve la suerte de jugar en un equipo que sentía de verdad, que me lo ha dado todo, y no fue fácil salir. Nunca descarto volver porque es un club único y, cuando estás ahí, ves la dimensión que tiene, esa afición…

En el Atleti pensaba qué hacer sin la pelota y en el City, qué hacer con ella.

Sí, y además cada partido es un mundo, no siempre lo planteas igual, depende también del estado de los jugadores, si hay confianza… Tengo unas características específicas y juegue con uno u otro aporto mi fútbol, no sé hacerlo de otra manera: participar, querer siempre el balón, ser una solución siempre para los centrales y conectarlos con los medios. No ha cambiado mucho mi rol desde el Atleti: manejar, ser profundo, sumar pases, que se juegue en campo contrario…

Entre los referentes en su puesto están Redondo y Schuster. ¿Les ha visto?

En vivo no, por la edad. Soy de las generaciones de Vieira, Makélélé… Estos son un poco antes, pero viendo las imágenes se nota que tenían algo diferente. Ahora es más difícil marcar la diferencia que en esa época.

«Me gusta más jugar de pivote, queriendo el balón, siendo una solución para los centrales y conectarlos con los medios…»
¿De medio centro prefiere jugar solo o en doble pivote?